
Me refiero a la que se ha montado, mediática y políticamente, con lo del chico que agredió a la niña ecuatoriana en el metro. Y es que más allá de todo lo que se ha publicado, de la cantidad (absolutamente innecesaria) de veces que han puesto las imagénes en la televisión y de la manipulación que se ha hecho de todo esto, ayer vi algo que me provocó náuseas y que me ha hecho no poder resistir más.
"El Buscador" en Telecinco, hablan una vez más de lo ocurrido en el metro y se centra "la información" en el otro chaval que iba en el vagón, en que no hizo nada, en porqué no hizo nada....etc (ja! ya me gustaría ver a todos esos que le echan en cara haber sido un cobarde cómo hubiesen reaccionado de estar allí). Pero lo mejor vino cuando, supuestamente para informarnos, desvelaron que habían encontrado el blog de este chico y lo leyeron poniendo imágenes de sus posts, para acabar concluyendo que como es inmigrante y gay, pues le dio miedo que le pegaran a él también. ALUCINANTE. Claro, que todo eso lo deducen de lo que él ha escrito de su vida en España, de cómo es, de su homosexualidad, etc. Con lo que, encima de cargarle el san benito de cobarde le publican su vida íntima sin siquiera ponerse rojos.
¿De verdad a alguien le importa tanto lo que ese pobre chaval haya escrito en su blog? ¿de verdad es una información que merezca salir en televisión? Y ¿qué derecho tiene un programa a buscar un blog y publicarlo? Es cierto que aquí escribimos lo que queremos sabiendo que cualquiera puede leernos y que debemos contar con ello, pero ¿incluye esto que nos publique un programa del tres al cuarto, que saquen sus conclusiones y las den por verdad absoluta? Yo creo que no. Que no es una información de interés general como para que prime sobre la intimidad, por mucho que esté en internet. Creo que deberíamos empezar a poner límite a muchas cosas, entre otras a todo ese mundo mediático de persecusión, intromisión y, si me dejan, acoso a la vida "del personaje de turno", sea público o no, lo cual es aún más reprochable, pues mañana podríamos ser cualquiera de nosotros el más buscado del momento simplemente por estar en el sitio equivocado y en el momento equivocado.
Quizá en otra vida se consiga. Ojalá.